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Two Bears and a Strawberry Tree.

A Photographic Dialogue between Berlin and Madrid (14.10. – 26.11.2023)

Con obras de Sergio Belinchón, Laura C. Vela, Émilie Delugeau, André Groth, Manuela Lorente, and FASE 11 x Alejandro Marote 

Duración: 14.10. – 26.11.2023

Horarios de apertura: Sábados y domingos 3 – 6pm

Con el generoso apoyo del Senatskanzlei Berlin

Con el trasfondo del 35 aniversario del hermanamiento entre las ciudades de Berlín y de Madrid, AFF Galerie presenta la exposición colectiva y multisensorial „Dos osos y un madroño. Un diálogo fotográfico entre Berlín y Madrid“.

Tres parejas internacionales de fotógrafes berlineses y madrileñes entablan un diálogo artístico. Juntos iluminarán historias personales y ficticias en torno a algunos clichés de cada cultura; hablarán de buscar y encontrar una identidad y un hogar; abordarán, desde los diferentes enfoques documental y conceptual, la transformación de la gran ciudad en una ciudad sin forma, como paisaje, escenario histórico y espacio vital.

© André Groth
© Manuela Lorente

André Groth (Berlin) & Manuela Lorente (Madrid)

Impulsados por el deseo de explorar su propio barrio desde una mirada propia, Manuela Lorente, desde Madrid, y André Groth, desde Berlín, han desarrollado sendas narrativas fotográficas sobre los lugares y personas de su entorno. Sus lenguajes visuales son frescos e intensos y sus respectivos enfoques no podrían ser más diferentes.

Lorente fotografía impulsivamente y en todas direcciones las calles de la capital española y con „Él pone la música, nosotros bailamos“ imagina desde el humor una historia de ficción sobre gángsters carismáticos, enredos criminales y atracos en su barrio a partir de imágenes ensambladas y de impresiones recogidas. Utilizando el flash, la fragmentación, la inclinación de la cámara y la elección de una paleta de colores pop, la artista exagera a los protagonistas de sus breves historias fotográficas, cuyo estilo recuerda a las viejas películas de gángsters.

Groth, por su parte, se acerca despacio a su barrio de Neukölln para realizar su ensayo fotográfico „Al final de Sonnenallee“ a partir de la pregunta “cómo es crecer aquí”. Mientras que el High-Deck-Siedlung, construido en las décadas de 1970 y 1980 como epítome de la vida contemporánea, fue inicialmente buscado como lugar para vivir por su tranquila y verde ubicación fronteriza cerca del Muro de Berlín, en la década de los 90s se convirtió en un foco de conflicto social. Groth acompaña a algunos de les chiques que crecen en High-Deck-Siedlung, hijes de familias migrantes y les pregunta por sus deseos para el futuro interesándose por sus retos y perspectivas. Entre la curiosidad infantil y la presión de las expectativas sociales, los chicos se encuentran en una fase de la vida especialmente vulnerable al comienzo de su pubertad. Groth les retrata en su entorno urbano bajo una luz cálida y atmosférica. Al poner en escena a estes jóvenes soles y en silencio, alejades de las poses ensayadas, deconstruye y socava conscientemente los estereotipos y las expectativas sociales.

La cuestión del tratamiento artístico de los tópicos culturales y sociales se convierte en el núcleo del diálogo entre Manuela Lorente y André Groth. ¿Cuánto hay de verdad en los tópicos y cuánto de ficción en una foto? En su colaboración, se han atrevido a alejarse de las ideas originales de sus respectivas obras en favor de una nueva secuencia conjunta titulada „Barking Dogs Never Bite“ (2023), que, editada a partir de puntos formales en común, tiene como tema la dramatización, el cuestionamiento y la deconstrucción de los clichés.

© Laura C. Vela
© Émilie Delugeau

Émilie Delugeau (Berlin) & Laura C. Vela (Madrid)

„A veces siento que soy una planta sin raíz, que se vuela sopla al viento y sembrarse donde caiga„.

(Xirou Xiao, del libro de Laura C. Vela (2019): Como la casa mía, Madrid: Dalpine)

Hogar. ¿Qué es exactamente? ¿A qué se parece, cómo siente, a qué huele? ¿Es el hogar un lugar, un idioma, un paisaje? ¿Cuándo y cómo algo se convierte en hogar? ¿Es mi hogar el lugar donde estoy o es el lugar de donde vengo, donde nací? Estas preguntas conectan las obras „Como la casa mía“ (2019) de la fotógrafa madrileña Laura C. Vela y „Zuhause“ (2017-2020) de la fotógrafa berlinesa Émilie Delugeau.

„Como la casa mía“ narra el encuentro entre Xirou Xiao y la fotógrafa Laura C. Vela, ambas residentes en Madrid. Las jóvenes, de orígenes diferentes, están unidas por el mismo deseo: construir un hogar y encontrar un lugar en la sociedad. Durante tres años y medio, Vela acompañó a la protagonista, una persona migrante china que intenta orientarse y encontrar su camino en el nuevo entorno, extraño y a menudo hostil. Lo que el aroma de la magdalena y el té son para Proust, las mandarinas y el jazmín lo son para C. Vela y Xiao, evocando recuerdos y creando conexiones interculturales.

Desde que Émilie Delugeau se mudó a un nuevo apartamento con su hija Emma en otoño de 2017, a menudo le han preguntado por qué, siendo madre soltera, no preferiría volver a su tierra natal francesa. La pregunta recurrente sobre su hogar se convirtió en el punto de partida de su serie fotográfica del mismo nombre. Durante tres años, fotografió su entorno inmediato cada vez que descubría algo en él que le parecía „su hogar“.

Para la Galería AFF, los dos artistas han creado la secuencia conjunta „And Angels Know the Rest“ a partir de sus obras. Con su relato, que en su título hace referencia a una cuarteta escrita por la poetisa Emily Dickinson, reflexionan sobre la búsqueda espiritual del hogar, no sólo en un lugar real, sino también en las relaciones con uno mismo y con los demás. Marcada por un sutil humor, su instalación hace referencia a lo extraño y misterioso, dejando espacio para lo no dicho. En respuesta a la monumental instalación mural de FASE11 x Alejandro Marote y Sergio Belinchón en el gran espacio expositivo, C. Vela y Delugeau optaron por un enfoque contemplativo que pretende transmitir y experimentar la intimidad a través de la vista, el olfato y el tacto. No sólo la creación de sus respectivas obras requería cercanía e intimidad; su percepción en el pequeño espacio expositivo también anima a los visitantes a acercarse a sí mismos y a los demás y a intercambiar ideas.

© Sergio Belinchón
© FASE 11 x Alejandro Marote

Sergio Belinchón (Berlin) & FASE 11 x Alejandro Marote (Madrid)

„A la suma de los pasos que damos todos juntos le hemos dado un nombre, el nombre de la ciudad“.

(A. Marote)

La ciudad como un conglomerado de arena y piedra, calles, edificios y barrios, formada y transformada por experiencias individuales, decisiones políticas y acontecimientos históricos, constituye el punto de partida del diálogo artístico entre Sergio Belinchón (Berlín) y FASE11 x Alejandro Marote (Madrid). Los artistas coinciden en su preocupación por la figura del transeúnte, así como por la exploración de las estructuras urbanas. Éstas se convierten en elementos musicales que invitan al espectador a cuestionar su percepción de la ciudad.

Para su proyecto documental „Atlas provisional de Berlín“ (2020-2023), Belinchón explora los cambios socioeconómicos de Berlín y su profundo impacto en el paisaje urbano. El ultracapitalismo determina la forma de la ciudad y la vida de sus habitantes. El espacio urbano se transforma y se estandariza, perdiendo su carácter e identidad. Belinchón recorre la ciudad y crea fotografías topográficas en color con las que hace visible lo que ha desaparecido y lo que está en proceso de cambio. Centra su atención en lo cotidiano, en lo secundario y en el paisaje de fondo.

Por otro lado, desde una perspectiva de laboratorio artístico, FASE11 x Alejandro Marote diseccionan la ciudad en busca de signos recurrentes y estructuras esenciales. La obra expansiva y multimedia „¿Cuántos pasos son una ciudad?“ (2023) ritma estos hallazgos. Se basa en fotografías del „Proyecto A“ de Marote y busca la interacción y las experiencias inmersivas de los visitantes en la exposición. A través de su gráfica y objetos, Marote explora tanto la dependencia autoinducida entre el hombre y su entorno urbano como los intentos de liberarse de esta relación opresiva volviendo a la naturaleza.

Juntos, Belinchón y Marote crean una narrativa en la que las calles forman un pentagrama, reflexionando sobre la fugacidad de las ciudades.